viernes, 17 de octubre de 2008

Z´S

La de Los "Zetas" no es la historia clásica de una privatización de la industria de la protección. Los "Zetas" no pasaron de ejercer la protección desde instancias públicas a hacerlo de manera privada. Su trayectoria vital ha sido bastante más compleja. Tampoco puede decirse que Los "Zetas" hayan sido unos narcos en sentido estricto. Aunque realizaron algunas transacciones con drogas por cuenta propia, su función dentro de una organización empresarial de drogas no era la de comprar y vender sustancias ilegales. Sólo su acceso fácil a la mercancía les permitía realizar operaciones de escala menor. Pero su desconocimiento de grandes clientes y proveedores, de la infraestructura en general, les impidió convertirse en una empresa autónoma de drogas, unos narcos en toda regla.

Los "Zetas" fueron, sobre todo, una cooperativa de la violencia. En principio prestaban sus servicios al estado. Formaron parte de los grupos especializados del ejército. Entre 1999 y 2000, en diversas tandas, cambiaron de cliente y pasaron a vender sus servicios a un empresario privado de drogas, Osiel Cárdenas Guillén.

En otras palabras, privatizaron su clientela. No había muchas diferencias entre el tipo de servicios que prestaron primero para el estado y más tarde para Cárdenas Guillén.

En lo que se refiere al núcleo principal del negocio de la empresa de Cárdenas Guillén, su tarea se limita a intimidar, y en su caso asesinar, a deudores y minimizar las deserciones dentro de la propia organización. Pero los límites de la violencia nunca son tan estrictos y también ejecutaban su violencia en ámbitos no puramente empresariales, aunque siempre a cuenta de Cárdenas Guillén.

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